En la cena de Navidad, el plato principal suele ser un asado, como pavo, jamón, ternera o cerdo. Sirve tu asado con guarniciones como papas y verduras de temporada, junto con salsas y jugos. Para terminar, elige un postre festivo como un pastel de Navidad o una selección de otros dulces navideños.
Cómo cocinar y servir el asado perfecto de Navidad
Un asado perfecto de Navidad se trata de tiempo, preparación y los toques finales adecuados. Elige carne de calidad y deja que alcance la temperatura ambiente antes de cocinarla, lo que ayuda a que se ase de manera uniforme. Sazona generosamente con hierbas, especias o un glaseado a tu gusto. Dale el tiempo suficiente en el horno para desarrollar una carne jugosa y un acabado dorado y crujiente, y usa un termómetro de carne para asegurarte de que esté cocida a tu gusto.
Una vez que el asado salga del horno, no te apresures a cortarlo. Déjalo reposar bajo papel aluminio durante 15–20 minutos (o según lo recomendado en la receta). Esto permite que los jugos se redistribuyan, manteniendo la carne tierna y sabrosa.
Al cortar, usa un cuchillo afilado y movimientos firmes. Para la ternera o el cordero, corta en rodajas finas en contra del grano para mayor ternura. El pavo es mejor cortarlo retirando primero las patas y las alas, luego cortando la pechuga. Con el cerdo, corta a través de la piel crujiente en rebanadas firmes y parejas para que todos disfruten ese crujido satisfactorio.
Finalmente, sirve tu asado en una fuente caliente con espacio para decorar y acompañar. Con solo un poco de preparación, tu asado de Navidad sabrá tan mágico como se ve.
Sé creativo con los rellenos y glaseados navideños
El secreto de un asado navideño inolvidable suele estar en los pequeños detalles, y ahí es donde entran en juego el relleno y el glaseado. Realzan el sabor de la carne y te dan la oportunidad de dejar tu toque personal con tus sabores favoritos, ya sean dulces, salados o de hierbas aromáticas.
El relleno puede ser tan simple o elaborado como desees. Comienza con hierbas, ajo, cebolla y pan rallado, luego agrega sabores festivos. Por ejemplo, castañas o nueces para dar riqueza, arándanos secos, albaricoques o higos para dulzura, y un poco de ralladura de naranja para un toque cítrico. Una pizca de nuez moscada, canela o pimentón le da ese inconfundible aroma navideño.
Los glaseados ofrecen otra forma fácil de impresionar. Un glaseado de miel con canela o clavo proporciona un acabado caramelizado dulce y ligeramente especiado, mientras que los jugos de frutas como manzana, arándano o naranja se reducen hasta obtener un recubrimiento brillante. Si prefieres un sabor más salado, la salsa de soja o el vinagre balsámico con un poco de azúcar ofrecen un sabor intenso y un brillo perfecto.
Salsas y jugos que completan el banquete
Ninguna cena de Navidad está completa sin la salsa o el jugo que une todo el plato. Añaden un toque extra de indulgencia a cada rebanada de carne, sin importar si sirves ternera, pavo, cerdo, cordero o jamón. El jugo es el acompañamiento ideal para casi cualquier asado, hecho con los jugos de la sartén, un buen chorro de caldo y una buena medida de Lurpak®. Para el pavo, la salsa de arándano es imprescindible. Su sabor dulce y ácido complementa la carne rica y jugosa. El cerdo combina de maravilla con una suave salsa de manzana o incluso con una versión especiada de arándano, mientras que la ternera es deliciosa con una salsa de cebolla. El cordero, por su parte, se lleva bien con una salsa de hierbas frescas o un toque de menta que aporta frescura. Con una buena salsa o jugo, cada asado encuentra su compañero perfecto en la mesa navideña.
El pastel navideño especiado es maravillosamente esponjoso y mantecosa, con notas de canela, clavo y cardamomo. Terminado con una capa de azúcar glas y ramitas de acebo, luce tan bien como sabe. Es exquisito con una taza de té, café o incluso chocolate caliente junto al fuego.
Este pastel Bundt de naranja es pura alegría cítrica. Húmedo y tierno, con un toque de ralladura brillante, está decorado con un simple glaseado que deja que el sabor hable por sí mismo. Elegante en su simplicidad, este pastel aporta un equilibrio refrescante a una mesa llena de delicias festivas.
Los amantes del chocolate pueden disfrutar de un rollo de chocolate y mandarina. El delicado bizcocho de chocolate se enrolla con crema de mantequilla de chocolate y se decora con ganache de chocolate y praliné de avellana. Es un postre de exhibición, ideal para recibir invitados, y se puede preparar con antelación para ahorrar tiempo.
Si prefieres los pasteles con nueces, una tarta de pacanas con base de masa crujiente y relleno de frutos secos caramelizados nunca decepciona. Añade una cucharada de nata montada o una bola de helado de vainilla para mayor indulgencia. Otra opción es el pastel griego de nueces “Karidopita”. Este pastel empapado en almíbar está perfumado con canela y clavo, y repleto de nueces crujientes.
Con tantos sabores para elegir, estas recetas de pasteles navideños demuestran que el postre puede ser tan memorable como el plato principal.
Ideas creativas para decorar pasteles
Un pastel de Navidad no tiene por qué ser complicado para verse espectacular. Pequeños detalles bien pensados pueden hacer que cualquier pastel se sienta instantáneamente más festivo y acogedor. El mazapán o el fondant funcionan muy bien para moldear estrellas, copos de nieve o pequeños árboles de Navidad para decorar tu pastel. Si prefieres un aspecto más natural y rústico, decora con rodajas de naranja seca, ramas de canela y algunas bayas brillantes. Las nueces caramelizadas son otro acierto fácil, añadiendo crujido y un brillo dorado sin mucho esfuerzo. Los caramelos y dulces navideños también hacen que decorar sea fácil y divertido. Bastones de caramelo, trufas de chocolate o dulces envueltos de colores se pueden colocar encima o alrededor del pastel para un aspecto alegre que encantará a invitados de todas las edades. Incluso puedes usar galletas navideñas. Coloca muñecos de jengibre o galletas en forma de estrella alrededor del borde de tu pastel. Y si realmente tienes poco tiempo, simplemente espolvorea azúcar glas por encima para que parezca nieve recién caída. Con un poco de creatividad, incluso el pastel más sencillo puede capturar la magia de la Navidad.