Verduras asadas al horno con ajo y tomillo Verduras asadas al horno con ajo y tomillo

Verduras asadas al horno con ajo y tomillo

  • 50 min tiempo de cocción
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Método

1
Precalienta el horno a 200 °C (180 °C con convección o nivel de gas 6).
2
Pon las verduras en una sola capa en una bandeja grande para hornear o fuente para asar. Si tienes demasiadas para que quepan en una bandeja, divídelas y colócalas en dos bandejas.
Consejo
Pasa de verduras asadas al horno en verduras asadas en la freidora de aire. Para lograr una cocción perfecta, corta las verduras en trozos unidformes y revuélvelas a mitad del tiempo de coción para obtener la textura ideal.
3
Funde la mantequilla en una cacerola y vierta la mitad sobre las verduras. Ponlas en el horno durante 15 minutos.
4
Retira las verduras del horno y vuélvelas a cubrir con el resto de la mantequilla fundida.
5
Espolvorea las hojas de tomillo y luego vuelve a meterlas en el horno durante otros 15 minutos o hasta que estén doradas y cocidas. Añade sal y pimienta.

Preguntas sobre las verduras asadas al horno

¿Quieres saber cómo conseguir verduras perfectamente caramelizadas y asadas cada vez? Estás en el lugar indicado. Aquí encontrarás las respuestas a las preguntas más comunes sobre las verduras asadas al horno.

  • La mejor temperatura para asar verduras en el horno es de aproximadamente 200 °C, 180 °C con ventilador o marca de gas 6. Esto les da a las verduras un borde crujiente y dorado con una ligera caramelización, mientras que el interior se vuelve tierno. Las verduras más blandas, como los tomates, se cocinan más rápido, mientras que las raíces, como las batatas, tardan más, así que ajusta la temperatura del horno o añade algunas verduras más tarde. Para obtener los mejores resultados, distribuye las verduras en una sola capa sobre una bandeja de hornear para que el calor circule adecuadamente. Esto evita que se cocinen al vapor y ayuda a crear una deliciosa textura asada.
  • Las mejores verduras para asar son las de raíz, como las patatas y las zanahorias; las crucíferas, como el brócoli y la coliflor; y las de baja humedad, como la cebolla y la calabaza butternut. Estas verduras soportan bien el calor alto, lo que ayuda a que se caramelicen y se vuelvan doradas y crujientes por fuera, mientras se ablandan y adquieren sabor por dentro. Corta las verduras en trozos de tamaño uniforme, dales suficiente espacio en la bandeja y cúbrelas ligeramente con aceite o mantequilla derretida. Ásalas en el horno a unos 200 °C, 180 °C con ventilador o marca de gas 6.
  • Corta las verduras en trozos de tamaño uniforme para que se cocinen de manera pareja y al mismo ritmo. Esto también evita que algunas piezas se quemen mientras otras quedan crudas. Divide las verduras crucíferas, como la coliflor y el brócoli, en ramilletes grandes (no demasiado pequeños, o se secarán). Para verduras como la cebolla roja, córtalas en gajos gruesos para que se ablanden y endulcen sin desmoronarse. Si vas a asar cabezas de ajo enteras, simplemente córtalas por la mitad horizontalmente. Las verduras de raíz, como las zanahorias, chirivías y batatas, funcionan bien cortadas en bastones gruesos o en cubos de 2–3 cm.
  • Las verduras asadas están listas cuando tienen un color dorado oscuro en los bordes, lo que indica que se han caramelizado. El interior debe ser lo bastante tierno como para pincharse fácilmente con un tenedor, pero sin estar blando. Las verduras se asan a ritmos ligeramente diferentes: las crucíferas, como el brócoli y la coliflor, se cocinan y se doran antes. Vigílalas durante los últimos 10 minutos; estarán listas cuando empiecen a verse doradas y ligeramente crujientes en los bordes. En particular, la calabaza butternut debe estar dorada por un lado, y la coliflor, el brócoli y la cebolla roja deben tener las puntas doradas o ligeramente tostadas. El ajo debe estar suave al presionarlo. Si tienes dudas, prueba una.
  • Probablemente tus verduras asadas han quedado blandas porque estaban demasiado apretadas en la bandeja o porque el horno estaba demasiado frío. Cuando las verduras están muy juntas, atrapan vapor en lugar de dejarlo escapar, por lo que se cuecen al vapor en su propia humedad. Para evitarlo, distribúyelas en una sola capa dejando un poco de espacio entre ellas. Si la bandeja está muy llena, divide la cantidad en dos bandejas. Asa a alta temperatura —unos 200 °C, 180 °C con ventilador o marca de gas 6— para que la humedad se evapore rápido y las verduras puedan caramelizarse. Usa solo la cantidad mínima de aceite o mantequilla, lo suficiente para cubrirlas. Si te gustan más crujientes, omite el papel de hornear, ya que una bandeja caliente y sin forrar mejora el dorado y evita que queden húmedas.
  • Sí, puedes usar verduras congeladas en lugar de frescas para tus verduras asadas al horno. Ten en cuenta que las verduras congeladas suelen ser más blandas y contienen más humedad, lo que puede afectar su textura crujiente. Para obtener los mejores resultados, hornéalas directamente del congelador, extiéndelas en una sola capa para que se cocinen de manera uniforme y, si es necesario, aumenta un poco la temperatura del horno para reducir la humedad. Revisa si están listas después de 15–20 minutos. Antes de asarlas, mézclalas con mantequilla derretida y tomillo para distribuir el sabor de manera uniforme. Aunque la textura sea un poco más blanda, seguirán siendo muy sabrosas.
Donde hay cocineros, hay esperanza

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Cocineros: encuentren la grandeza en su refrigerador, tomen sus utensilios e ingredientes y pongan en la mesa un poco de bien para el mundo.

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Disfruta de unas verduras asadas al horno tiernas y crujientes

De lo simple a lo glorioso, estas verduras asadas al horno demuestran lo increíble que pueden llegar a saber las verduras. Esta receta combina coliflor, brócoli, cebolla roja y calabaza butternut, y aunque algunas no sean tus favoritas, asarlas podría hacerte cambiar de opinión.

Requieren una preparación mínima: simplemente coloca todo en una bandeja y deja que el horno haga su trabajo. El calor alto del horno resalta su dulzura natural, dándote verduras perfectamente tiernas con bordes caramelizados y crujientes que el vapor o la cocción en agua nunca podrían lograr.

Un generoso chorrito de mantequilla derretida y ramitas de tomillo fresco

La buena comida merece Lurpak®, y estas verduras no son la excepción. La mantequilla derretida carameliza las verduras mientras realza sus sabores naturales, resaltando la dulzura de la cebolla y la calabaza butternut, y potenciando las notas de fruto seco de la coliflor. Se filtra en los recovecos, cubriendo los ramilletes y trozos de calabaza y cebolla con un glaseado mantecoso y brillante que hace casi imposible resistirse a probarlas.

Unas ramitas de tomillo añaden un aroma terroso encantador que equilibra la riqueza y hace que todo tenga un sabor más refinado. Gracias al ajo, el sabor se vuelve aún más intenso. Se asa junto con las verduras, volviéndose suave y maravillosamente cremoso. En lugar del típico toque fuerte, el ajo asado se vuelve dulce y mantecoso. Puedes incluso exprimir los dientes directamente sobre tu plato o mezclarlos con las verduras; así de tiernos e irresistibles quedan.

Opciones deliciosas para acompañar tus verduras asadas

Es sorprendentemente fácil encontrar un plato que combine bien con una bandeja de verduras asadas al horno. No importa la temporada, siempre parecen ganarse un lugar en la mesa.

Pruébalas con un pavo asado con limón y salvia. Los cítricos frescos y la salvia combinan de maravilla con las verduras mantecosas. El cerdo asado es otra excelente opción, especialmente con la calabaza butternut y las cebollas rojas en la mezcla. La pierna de cordero asada también funciona a la perfección, resaltando las notas terrosas del tomillo y el ajo. O bien, puedes optar por un clásico pollo a la parrilla, que permite que las verduras asadas brillen por sí solas.

Y si te gusta variar, adelante. Usa lo que esté de temporada. Chirivías, zanahorias, calabacines o incluso un puñado de tomates cherry son perfectos para asar. No importa cómo las prepares, esta guarnición nunca decepciona y siempre supera las expectativas.

Añade un toque personal

Esta receta de verduras asadas al horno es bastante flexible, así que no temas experimentar con diferentes sabores. Si no tienes tomillo o simplemente te apetece probar algo nuevo, hierbas como el romero, la salvia, el orégano, la albahaca, la mejorana o el perejil son excelentes alternativas.

El romero aporta un sabor intenso y resinoso que combina especialmente bien con la calabaza o las verduras de raíz. La salvia añade un toque terroso y ligeramente picante, mientras que el orégano aporta una nota más mediterránea. Si prefieres algo más fresco, la albahaca es ideal; solo agrégala casi al final para evitar que se queme en el horno. Además, la mejorana tiene un perfil más dulce y el perejil ofrece un acabado limpio y brillante cuando las verduras salen del horno.

Siempre puedes usar lo que tengas en el refrigerador. Y si usas hierbas secas en lugar de frescas, recuerda que su sabor es más fuerte, por lo que necesitarás una cantidad menor.

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