Pierna de cordero asada Pierna de cordero asada

Pierna de cordero asada

  • 1 hora 55 min tiempo de cocción
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  3. CORDERO ASADO

Método

1
Precalienta el horno a 190 °C función ventilador.
2
Recorta la pierna de cordero quitando el redaño. El redaño es una capa externa y delgada de grasa que puede aparecer si compras una pierna sin cortar en una carnicería; es muy dura, por lo que es importante retirarla por completo y secar el cordero con un paño de cocina.
3
Ablanda la mantequilla, añade el ajo, las anchoas y el romero y mezcla bien. Añade sal y pimienta negra. Extiende la mezcla por toda la pierna de cordero. Coloca la pierna de cordero en una bandeja de horno y métela en el horno precalentado durante 45 minutos.
4
Mezcla bien las patatas y las cebollas con sal, pimienta y romero.
5
Pasados 45 minutos, saca el cordero del horno y coloca las patatas y las cebollas en la bandeja de horno, por debajo y alrededor del cordero, asegurándote de mezclar las patatas con la grasa y el jugo del fondo de la bandeja. Divide la mantequilla en porciones pequeñas y extiéndela sobre las patatas. Mete la bandeja de nuevo en el horno y asa el cordero durante otros 25 minutos.
6
Parte el tercio inferior de los espárragos, córtalos en trozos y mézclalos con los rábanos. Pasados 25 minutos, mezcla los espárragos y los rábanos con las patatas y las cebollas del horno y cocínalos durante otros 5 minutos.
7
Para asegurarte de que el cordero no queda demasiado hecho, utiliza un termómetro para comprobar si está listo. La temperatura en el centro debe ser de 66 °C para que esté al punto.
8
Sirve el cordero con las verduras.

Preguntas sobre la pierna de cordero asada

¿Planeas preparar una pierna de cordero asada? Aquí encontrarás respuestas a las preguntas más comunes sobre los tiempos de cocción, temperaturas y las mejores guarniciones para acompañarla.

  • Asa la pierna de cordero en un horno precalentado a 190 °C con ventilador durante unos 25–40 minutos por kilo de carne, dependiendo del punto de cocción que prefieras. Dado que los hornos pueden variar, revisa el cordero después de unos 25 minutos y luego cada 6–7 minutos hasta que esté listo. Usa un termómetro de carne para comprobar la temperatura interna: debe alcanzar 66 °C para un asado medio perfecto. Una vez listo, deja reposar el cordero cubierto con papel de aluminio durante 15–20 minutos antes de cortarlo. Para obtener los mejores resultados, lleva el cordero a temperatura ambiente antes de asarlo. Cúbrelo uniformemente con mantequilla, ajo, romero y pasta de anchoas, luego ásalo durante 45 minutos adicionales. Agrega las verduras alrededor del cordero y continúa asando otros 25 minutos, y añade los espárragos y rábanos durante los últimos 5 minutos.
  • Asa la pierna de cordero durante unos 25–30 minutos por kilo para un punto medio-rojo, 30–35 minutos por kilo para un punto medio y unos 40 minutos por kilo para bien hecho. Comprueba la cocción alrededor de los 25 minutos y luego vigílala cada 6–7 minutos hasta alcanzar el punto deseado. Usa un termómetro para comprobar la temperatura interna en la parte más gruesa de la pierna: 60–62 °C para medio-rojo, 66 °C para medio, y 74 °C para bien hecho. Una pierna de cordero de 2–2½ kg necesita aproximadamente 1 h 15 min a 1 h 25 min para un asado medio perfecto. Una vez que el cordero alcance la temperatura deseada, déjalo reposar cubierto con papel de aluminio durante 15–20 minutos antes de cortarlo, para que los jugos se redistribuyan y la carne quede tierna y jugosa.
  • Asa el cordero a 190 °C en un horno con ventilador o a 210 °C en un horno convencional. A esta temperatura, una pierna de cordero de 2½ kg te dará un asado medio perfecto. Si usas un horno convencional sin ventilador, aumenta el tiempo de cocción en aproximadamente un 10–15 %.
  • Sirve la pierna de cordero asada con patatas, cebollas, rábanos y espárragos, que se asan junto con la carne. Si quieres variar, prueba con zanahorias, chirivías o calabaza butternut para un toque dulce natural, o añade coles de Bruselas y judías verdes para más color y textura. La remolacha, los puerros y los boniatos también son excelentes opciones. Otra alternativa es acompañarlo con una ensalada verde fresca, verduras mediterráneas asadas como calabacines y pimientos, o incluso un gratinado cremoso de patatas para un toque más rico.
  • Convierte las sobras de cordero asado en una variedad de platos deliciosos. Prueba a hacer gyros o wraps de cordero cortando la carne en láminas finas y sirviéndola en pan de pita con ensalada y tzatziki. Otra excelente opción es preparar un guiso de cordero: corta la carne en cubos y cocínala con verduras y caldo para resaltar su sabor. Si prefieres algo al estilo italiano, saltea el cordero con verduras y tomates para hacer una salsa ragú para pasta. Y si te apetece algo con un toque picante, cocínalo con especias y tomates para preparar un curry rápido de cordero.
  • Sí, puedes congelar la pierna de cordero asada. Después de cocinarla, deja que se enfríe completamente a temperatura ambiente por no más de 2 horas. Corta el cordero en porciones individuales para facilitar la descongelación y el recalentado. Envuélvelas bien en bolsas o recipientes herméticos para evitar quemaduras por congelación. Consume el cordero congelado dentro de los 3 meses. Descongélalo en el refrigerador durante la noche y caliéntalo hasta que esté bien caliente antes de servir. Guárdalo con un poco de sus jugos de cocción para mantenerlo jugoso.
Donde hay cocineros, hay esperanza

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Pierna de cordero asada con ajo y romero

¿Qué no hay para amar en una deliciosa pierna de cordero asada? La pierna es uno de los mejores cortes que puedes elegir para asar. Es una parte naturalmente tierna, magra pero muy sabrosa del animal, ideal para cocciones lentas. Proviene de las patas traseras, lo que significa que tiene la cantidad justa de grasa para mantener la carne jugosa y es lo suficientemente grande para obtener rodajas generosas y bien formadas. Con la preparación adecuada, obtienes una carne jugosa envuelta en una rica y aromática costra.

Preparada con una buena cantidad de Lurpak®, ajo, anchoas, romero fresco, sal y pimienta, la pasta de mantequilla baña la carne mientras forma una preciosa costra dorada que sella los jugos. El romero terroso, con su aroma a pino, el ajo suave y las anchoas mezcladas con mantequilla aportan al cordero un condimento equilibrado con un toque sutil y sabroso.

Cuando la pierna sale del horno, la piel está maravillosamente crujiente y caramelizada, brillante bajo los trocitos de romero y ajo. Al cortarla, descubrirás una carne tierna, jugosa, de un color rosado perfecto y llena de sabor.

Patatas, cebollas, rábanos y espárragos asados a la perfección

Asar estas verduras junto con el cordero las eleva de algo simple a algo glorioso. Al compartir la bandeja de horno, absorben todos los jugos ricos y carnosos y cada toque de ajo, romero y anchoa de la pasta.

El tiempo, sin embargo, lo es todo. Las patatas y las cebollas se colocan primero, lo que les permite ablandarse y adquirir esa irresistible corteza dorada. Más tarde, se añaden los rábanos frescos y los tiernos espárragos, dando al plato un estallido de color y textura crujiente. Los rábanos se suavizan y endulzan al asarse, mientras que los espárragos conservan su frescura y su crujido terroso.

Al escalonar su incorporación, cada verdura alcanza su punto perfecto. Nada de verduras blandas ni patatas poco hechas, solo verduras asadas perfectamente servidas en el plato.

Prepara tu propia salsa gravy para acompañar el cordero

Para elevar de verdad tu pierna de cordero asada, una rica y sedosa salsa gravy es absolutamente esencial. Mientras la carne se asa, la mantequilla, las hierbas, el ajo y las verduras se combinan en la bandeja para crear una base sabrosa y rica, lista para transformarse en una deliciosa salsa.

Una vez que el cordero esté reposando, coloca la bandeja del horno a fuego suave y desglásala con un chorrito de caldo o agua. Raspa todos los trocitos caramelizados del fondo, donde se esconde el sabor. Deja que hierva a fuego lento y reduzca hasta obtener una salsa brillante. Esta receta es prácticamente tres en una: obtienes un cordero bellamente asado, verduras perfectamente cocinadas y una base lista para una salsa espectacular, todo en un solo plato.

Explora otras recetas de asados, como el pavo asado con limón y salvia, un clásico asado navideño o un suculento cerdo asado. Acompaña tu plato principal con patatas asadas o verduras asadas al horno. Y para un toque dulce final, prueba con un esponjoso panettone.

La grandeza viene de probar cosas nuevas

Esta pierna de cordero asada con ajo y romero es excelente tal cual, pero la verdadera grandeza está en hacerla tuya. Añade un poco de menta fresca para un toque herbal y brillante, o cambia el romero por tomillo u orégano. Un poco de ralladura de limón en la pasta añade una frescura fantástica, sutil pero presente, mientras que una pizca de pimentón ahumado aporta una suavidad ahumada que combina a la perfección con el sabor del cordero.

Si no eres fan de las anchoas, puedes omitirlas o sustituirlas. Una o dos cucharaditas de miso blanco o amarillo funcionan muy bien para imitar la profundidad salada sin el sabor a pescado, mientras que un chorrito de salsa Worcestershire aporta una riqueza similar. También puedes probar con 2–3 cucharadas de mostaza Dijon para un sabor más intenso y un ligero toque picante. Si prefieres no usar sustitutos, la pasta seguirá siendo deliciosa; solo aumenta un poco los demás condimentos para mantener el equilibrio del sabor.

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