Cerdo asado con col lombarda estofada con especias Cerdo asado con col lombarda estofada con especias

Cerdo asado con col lombarda estofada con especias

  • 2 horas 35 min tiempo de cocción
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Método

Para preparar la col lombarda estofada:
1
Coloca todos los ingredientes en una cazuela grande, lleva a ebullición y, a continuación, baja el fuego y hierve a fuego lento durante unos 30 minutos hasta que la col se haya ablandado. En el último momento, añade la mantequilla fría de Lurpak® y mezcla hasta que se funda. Esto potenciará el sabor y le dará brillo.
Para preparar la carne de cerdo:
1
Coloca el lomo de cerdo en una fuente de horno grande. Seca la piel de lomo de cerdo golpeándola suavemente con papel de cocina hasta que esté completamente seca. Frota 1 cda. de sal marina sobre la piel. Cubre y déjalo a temperatura ambiente durante 30 minutos.
2
Precalienta el horno a 240 °C/220 °C función ventilador o termostato en 9.
3
Pasados 30 minutos, vuelve a secar la piel con papel de cocina. Frota la cda. restante de sal.
4
Coloca el lomo de cerdo en el horno precalentado y hornea durante 45 minutos.
Consejo
Cocinar cerdo asado en una freidora de aire es una garantía para obtener una corteza incríblemente crujiente y carne jugosa y tierna. Asegúrate de comprobar qué tamaño de cerdo asado cabe en tu freidora.
5
Pasados 45 minutos, añade las hojas de salvia y la ralladura de limón al lomo de cerdo y baja la temperatura del horno a 180 °C (160 °C con convección o nivel de gas 4) y hornea durante otra hora.
6
Sácalo del horno, comprueba que los jugos de la carne sean claros y déjalo reposar durante, al menos, 10 minutos. Córtalo en rodajas y sírvelo con la col lombarda.

Questions about roast pork

Hacer un asado puede parecer intimidante, pero esta receta de cerdo asado lo mantiene simple y directo. Ya sea que tengas preguntas sobre el tiempo de cocción, cómo conseguir una piel perfectamente crujiente o qué servir como acompañamiento, aquí encontrarás las respuestas.

  • Sí, puedes usar un corte diferente de cerdo, como paletilla, pierna o lomo, en lugar de jarretes de cerdo en tu receta de asado. La paletilla es la mejor alternativa al jarrete. Si prefieres un asado más magro, opta por la pierna, aunque puede resultar menos jugosa. El lomo también es adecuado, pero es más magro y requiere un control cuidadoso para evitar que se seque. Ajusta el tiempo de cocción según el corte para asegurarte de que la carne quede tierna y jugosa.
  • Prepara el cerdo para asarlo secando bien la piel con papel de cocina. Una vez seca, frota sal marina uniformemente sobre la piel para sazonar la carne y eliminar cualquier resto de humedad. Después de sazonar, deja reposar el cerdo sin cubrir a temperatura ambiente durante unos 30 minutos; esto ayuda a que la piel se seque aún más y garantiza una cocción uniforme. Justo antes de asar, seca la piel una vez más para eliminar la humedad superficial, sazona de nuevo con sal y estará listo para el horno.
  • 65–70 °C es la temperatura interna ideal para un cerdo asado perfectamente cocido, seguida de al menos 10 minutos de reposo. Usa un termómetro de cocina e insértalo en la parte más gruesa de la pierna o el jarrete sin tocar el hueso. Además, los jugos deben salir claros al pinchar la carne, pero comprobar la temperatura sigue siendo el método más fiable.
  • Para obtener una piel crujiente, seca la piel del cerdo con papel de cocina para eliminar la humedad superficial. Déjala reposar a temperatura ambiente durante 30 minutos y luego sécala nuevamente. Frota generosamente sal marina sobre la piel antes y después del reposo para extraer más humedad. Precalienta el horno a 240 °C (220 °C con ventilador, nivel 9 de gas) y asa el cerdo durante 45 minutos hasta que la piel forme ampollas y quede crujiente. Luego, continúa cocinando a 180 °C (160 °C con ventilador, nivel 4 de gas) para mantener la piel crujiente mientras el cerdo termina de asarse. Déjalo reposar antes de cortarlo, permitiendo que la piel se endurezca un poco más.
  • Sirve el cerdo asado con col roja guisada. Tiene una dulzura sutil con un toque especiado que combina muy bien con el asado. Añade patatas asadas crujientes y algunas verduras de temporada como zanahorias, chirivías o coles de Bruselas, si lo deseas. Una salsa gravy sencilla y una cucharada de puré de manzana o mostaza completan el plato.
  • Para recalentar el cerdo asado sin que se seque, añade 2–4 cucharadas de caldo de pollo, jugos del asado o agua en una fuente apta para horno y coloca el cerdo dentro. Precalienta el horno a 150 °C y cubre bien con papel de aluminio para mantener el vapor. Si vas a recalentar una pieza entera, necesitará más tiempo; revísalo regularmente. Las rebanadas de carne necesitan entre 10 y 20 minutos, pero comprueba a los 10 minutos. Para volver a crujir la piel, destapa el cerdo durante los últimos 2–3 minutos y cambia al modo grill.
Donde hay cocineros, hay esperanza

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Cerdo asado tierno con salvia y limón

Este cerdo asado es un clásico con el que siempre puedes contar. Cada vez que lo sacas del horno, es un éxito asegurado. La carne tierna y jugosa se impregna con ralladura de limón y salvia fresca, una combinación que funciona de maravilla. La salvia aporta un toque amaderado, ligeramente cítrico y mentolado, mientras que la ralladura de limón ofrece una nota fresca y ácida que complementa perfectamente al cerdo.

Para esta receta, la mejor opción es una pierna de cerdo deshuesada y enrollada. Este corte tiene suficiente grasa para mantener la carne jugosa, pero es lo bastante magro para lograr una textura firme y tierna. El secreto está en comenzar con un calor alto para activar el crujiente de la piel y luego bajar la temperatura para un asado largo y lento. Lleva el cerdo de lo simple a lo glorioso con un esfuerzo mínimo.

Crujiente perfecto y carne jugosa

Una piel increíblemente crujiente y una carne tierna y jugosa son las señas de identidad de un cerdo asado perfecto. Y esta receta lo hace sorprendentemente fácil. Frotar la carne con sal marina la sazona y extrae la humedad de la piel, permitiendo que se forme un dorado uniforme y crujiente.

El golpe inicial de calor alto en el horno pone en marcha el crujiente, y una vez que baja la temperatura, la carne se cocina lentamente por debajo, rociándose con sus propios jugos. Cuando está lista, te queda una piel dorada y crujiente de manera uniforme por fuera y un cerdo suave y jugoso por dentro, sin zonas gomosas a la vista.

Servir con col lombarda guisada

Olvídate de acompañamientos complicados cuando tengas esta col lombarda guisada para servir con el cerdo asado. Mientras el cerdo se cocina lentamente en el horno, puedes preparar esta guarnición y dejar que los sabores se desarrollen poco a poco.
El zumo de naranja recién exprimido aporta un toque dulce y cítrico, mientras que el anís estrellado y las hojas de laurel añaden una nota cálida y especiada. El vinagre de vino tinto aporta la acidez justa para equilibrar la riqueza del cerdo, y un poco de azúcar dorado completa el plato con una dulzura suave.

Porque la buena comida merece Lurpak®, añade una nuez de mantequilla justo al final para darle a la col un acabado brillante y delicioso.

Un clásico para el asado del domingo o cenas festivas

Pocos platos son tan reconfortantes como el cerdo asado recién salido del horno. El asado del domingo es una tradición de larga data, y el cerdo siempre ha tenido un lugar especial en ella. Con su piel crujiente y sus lonchas tiernas, funciona igual de bien para la cena de Navidad que para una comida de fin de semana. Acompañado de col lombarda guisada, patatas asadas crujientes y una salsa gravy rica, este cerdo asado es perfecto para cualquier ocasión.

Si estás planeando una cena para familiares o amigos, prueba con un pavo asado al limón o una pierna de cordero asada y jugosa como plato principal. Para los acompañamientos, sirve el cerdo asado con patatas al horno o verduras asadas al horno, y termina con un toque dulce de panettone casero.

Ponle tu toque personal

Una forma sencilla de darle tu propio sello a este cerdo asado es añadirle un poco más de sabor. Prueba a pincelar el cerdo con un glaseado de miel y mostaza durante los últimos 20 minutos de cocción. Esto le da a la piel un acabado brillante y un dulzor suave que combina perfectamente con la carne sabrosa. También puedes mezclar un poco de semillas de hinojo machacadas o pimentón ahumado con la sal para obtener un sabor ligeramente más aromático sin complicar la receta.

Incluso sustituir la ralladura de limón por la de naranja, o usar una mezcla de ambas, puede marcar una gran diferencia, dando al cerdo un toque más cálido y ligeramente dulce. Ninguno de estos pequeños cambios requiere esfuerzo adicional, pero te permiten ser creativo y experimentar con diferentes sabores.

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