Patatas nuevas crujientes con romero y ajo Patatas nuevas crujientes con romero y ajo

Patatas nuevas crujientes con romero y ajo

  • 45 min tiempo de cocción
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Método

1
Coloca las patatas en una bandeja grande para hornear y sazónalas con sal y pimienta negra recién molida.
2
Funde la mantequilla en un cazo.
3
Machaca el romero con un rodillo de amasar, añade la mitad a las patatas y cúbrelas con una capa generosa de mantequilla. Reserva un poco de mantequilla para más tarde.
4
Cocina las patatas al horno durante 10 minutos, sácalas del horno y cúbrelas con más mantequilla. Espolvorea el romero y el ajo restantes encima de las patatas y vuelve a meterlas en el horno durante otros 15 minutos hasta que estén doradas, crujientes y cocidas.
Consejo
Lleva tus patatas fritas al siguiente nivel concinándolas en la freidora de aire. Evita amontonar las patatas en la cesta y colócalas en una sola fila para asegurarte de que queden blandas por dentro y crujientes por fuera.

Preguntas sobre las papas asadas

¿Quieres preparar las papas asadas perfectas? ¡Estás de suerte! A continuación encontrarás respuestas a algunas de las preguntas más comunes sobre este querido acompañamiento.

  • Sí, las papas se pueden asar. Su piel delgada se vuelve deliciosamente crujiente en el horno, mientras que el interior queda suave y mantecoso. Para prepararlas, simplemente lávalas (no es necesario pelarlas), corta las más grandes por la mitad y distribúyelas en una bandeja para hornear. Sazónalas con sal, pimienta y romero. Cubre las papas con mantequilla derretida y ásalas en el horno durante unos 10 minutos a 200 °C antes de añadir ajo picado, más romero y mantequilla derretida. Coloca la bandeja nuevamente en el horno y hornea otros 15 minutos, hasta que las papas estén doradas y crujientes por fuera.
  • Antes de asarlas, enjuágalas bien y corta las más grandes por la mitad para que se cocinen de manera uniforme. Aunque no es necesario hervirlas previamente, puedes hacerlo si quieres que queden más esponjosas por dentro y más crujientes por fuera. Hiérvelas durante 5–7 minutos, escúrrelas bien y déjalas secar al vapor antes de hornear. Coloca las papas en una bandeja, sazona con sal y pimienta, y mézclalas con mantequilla derretida y la mitad del romero. Ásalas en un horno precalentado a 200 °C durante 10 minutos, luego agrega el resto de la mantequilla, el ajo y el romero, y vuelve a hornear durante 15 minutos más, o hasta que estén doradas, crujientes por fuera y suaves por dentro. También puedes precalentar la bandeja antes de añadir las papas para lograr un dorado perfecto desde el principio.
  • Puedes hervirlas antes de asarlas, pero al final depende de la textura que desees. Hervirlas parcialmente antes del horneado puede darles un interior más esponjoso y hacer que los bordes se vuelvan más crujientes en el horno. Es especialmente útil si las papas son grandes o si prefieres una capa exterior extra crujiente. Cocínalas en agua con sal durante unos 5–7 minutos hasta que empiecen a ablandarse. Escúrrelas bien, déjalas secar al vapor, mézclalas con mantequilla y condimentos, y luego ásalas como de costumbre. Dicho esto, las papas tienen un centro naturalmente suave y cremoso y una piel delgada que se asa muy bien sin hervirlas primero. Si no tienes mucho tiempo, puedes omitir este paso y aun así obtener excelentes resultados.
  • Tus papas pueden no estar quedando crujientes por varias razones. Si omites hervirlas parcialmente, el almidón de las papas no se descompondrá lo suficiente para conseguir esa textura crujiente. Prueba hervirlas en agua con sal durante 7–10 minutos, luego escúrrelas y sécalas bien antes de asarlas. No llenes demasiado la bandeja, ya que necesitan espacio para que el calor circule y la humedad se evapore. Además, asegúrate de que tu horno esté precalentado a al menos 200 °C para que se doren correctamente.
  • Las papas asadas están listas cuando están doradas y con bordes crujientes, y puedes clavar fácilmente un tenedor o cuchillo en el centro. Prueba con la papa más grande: si el tenedor o cuchillo entran sin resistencia, están perfectamente cocidas por dentro. Si no están doradas o tiernas después de los primeros 25 minutos de horneado, déjalas unos minutos más en el horno y revísalas cada 5 minutos hasta que queden en su punto.
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Prepara papas asadas con ajo y romero

Sorprende a tus invitados con unas deliciosas papas asadas. Una vez que las pruebes, entenderás por qué se han ganado su lugar en la mesa. Las papas tienen una textura naturalmente cremosa y un dulzor delicado que resiste perfectamente el horneado.

Agrega ajo triturado y romero fresco, y elevarás el plato al instante con un sabor aromático espectacular. El ajo se carameliza en el horno, aportando un dulzor sutil y un toque a nuez, mientras que el romero impregna la mantequilla y las papas con sus notas terrosas y resinosas inconfundibles. Es una de esas combinaciones que siempre funcionan.

Suaves por dentro y doradas y crujientes por fuera

Lo que hace que estas papas crujientes sean un éxito es su textura irresistible: suaves y mantecosas por dentro, y crujientes por fuera. Gracias a su piel fina y carne cerosa, las papas adquieren un exterior dorado que da paso a un interior esponjoso al hornearse. El calor seco del horno extrae la humedad hacia la superficie, permitiendo que los bordes se caramelicen, mientras que el vapor atrapado dentro ablanda el centro. Y con una buena cantidad de mantequilla Lurpak®, obtendrás papas asadas crujientes donde debe serlo y suaves donde importa.

La guarnición perfecta para una cena familiar

Las papas asadas son un acompañamiento que combina con casi cualquier comida. Con solo unos pocos ingredientes simples y una preparación mínima, son un acierto seguro y a todos les encantan. Su sabor suave y mantecoso y su toque dorado y crujiente agradan tanto a niños como a adultos. Ya sea que las sirvas con pollo, pescado, verduras o un asado, encajan a la perfección. Es una guarnición sencilla y rústica, llena de encanto y siempre confiable.

Ideas deliciosas para acompañar tus papas asadas

Estas papas doradas y crujientes son muy versátiles, lo que te da muchas maneras de disfrutarlas. Si buscas algo contundente, pruébalas con un jugoso filete de lomo y una ensalada de col para equilibrar la intensidad de la carne. Si prefieres pescado, el salmón al horno ofrece un contraste mantecoso y delicado que resalta el romero y el ajo.

También son una excelente opción para ocasiones festivas. Sírvelas junto con pavo asado con limón y salvia o pavo asado con naranja y arándanos. O elige algo más rústico, como chuletas de cordero a la sartén o una clásica pierna de cordero asada.

Y si prefieres saltarte la carne, las verduras asadas al horno siempre son una gran opción. No solo añadirán color a tu plato, sino que su dulzor y variedad de texturas también complementan los bordes crujientes y el interior suave de las papas. No importa con qué las acompañes, estas papas siempre serán una adición bienvenida.

Formas creativas de dar tu toque personal

Aquí tienes algunas ideas para personalizar esta receta. En lugar de romero, prueba con tomillo, orégano o las hierbas que tengas a mano. Incluso puedes añadir un puñado de perejil picado al final para un toque de frescura. Si te gusta un toque picante, agrega unas hojuelas de chile o un poco de pimentón ahumado a la mantequilla antes de asar.

Un poco de ralladura de limón o unas gotas de su jugo al final también pueden darle un toque más brillante. Esta es una de esas recetas con las que puedes experimentar hasta que quede justo como te gusta, así que no tengas miedo de ser creativo.

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